"AU Entre Los Libros" [Kiku 'Sumimasen' Honda] [Yao 'PandaFace' Wang]

La biblioteca era un lugar tremendamente amplio, tremendamente silencioso, y... escalofriantemente ordenado.

Era al punto donde se aburrió paseando por pasillos de libros buscando los que necesitaba, que dentro de estar ordenados por clase también estaba el orden alfabético, ¿y sería de los autores, o de los títulos...? Confundido y con paciencia acabó encontrando el montón que requería.

En una esquina quedaron los que luego de ojearlos, no le parecieron. Buscó más, descartó, seleccionó. Algunos no tenían nada que ver, así que a un lado, otros merecían ser ojeados, abiertos en el escritorio, otros le interesaban más y los tenía frente a él. Desperdigados alrededor estaban los que serían leídos pronto. Y tenía tiempo, los exámenes no venían todavía y nadie estudiaba en esos días, por lo que, aparte de los ayudantes de la biblioteca misma que vio al entrar, no habían alumnos en el lugar.

A sus ojos, tenía tiempo libre, y no le sería útil si no lo usaba en algo.

Al final, los estantes de la sección de economía, contabilidad, y estadísticas estaban faltos de demasiados libros. En un cuaderno anotaba capítulos, títulos, hasta páginas de lo que le interesaba, y luego de una hora de estudio largo, la mesa de estudio grupal estaba tapada en libros abiertos en ciertas páginas mientras tomaba apuntes y se concentraba en leer uno que le llamó la atención, no tenía que ver con sus notas, pero era algo.

En otras palabras, estaba metido en un desastre, un caos de libros de todo tipo que parecían fortaleza alrededor de él. Pero estaba cómodo. Ignoraba hasta la presencia de los ya mencionados ayudantes.

Como trabajador de la biblioteca, Kiku no estaba muy ocupado que digamos, pero dada su personalidad, en cuanto no había gente en el lugar, iba directo a la primer computadora que encontrara.

La mayoría de la gente le conocía y sabía que no se enteraba cuando alguien entraba a menos que le hablaran directamente, y le iban a pedir ayuda si lo necesitaban. Kiku los ayudaba siempre de buena fé y con respuestas educadas. En verdad no le disgustaba su trabajo.

El caso era que había gente que no le conocía, y que sin enterarse, terminaba desordenenando libros. Luego de las consultas de esas personas, Kiku se tenía que pasar la tarde devolviendo libros a sus estantes. Era su propia culpa, aunque no dejaba de ser agotador.

Ese era uno de esos días. Al dar una vuelta por la biblioteca como solía hacer cada dos horas, se encontró con una pila de libros ocultando a un alumno. Oh, maldita sea.

-¿Necesita ayuda?.-

De entre varios libros se asomó una cabeza, soprendida por el saludo, o por escuchar otra voz en general a su alrededor que ni estaba tratando de sonar como un susurro. Miró hasta que encontró al chico frente a él, parado como si nada, y entendió que la hablaba a él.

-Ya estoy terminando.- No tenía idea si era asistente, ni le vio al entrar, y tampoco entendió bien que tipo de ayuda necesitaría. Así que respondió casualmente sin pensarlo ni complicarse demasiado. -Aunque... me quedó la idea de que me faltó sacar un tomo de economía, aru.-

Con su duda, se levantó del asiento y se estiró sobre la mesa a un libro abierto. Abajo de este había otro libro abierto, lo levantó, de él cayó una hoja llena de notas, lo hojeó, lo dejó a un lado y siguió buscando, hasta que al fin abajo de una fila de 5 que se desparramó hacia un lado en la mesa encontró el dichoso tomo dos de Economía Global.

-Este. ¿Sabrás si está el tomo primero?- Preguntó con una sonrisa, como si no fuera de él de desastre y como si el libro que mostraba no tuviera una mancha de mayonesa en la portada.