Ma Petite Russie. [Ivan Imperial Braginsky - Aliénor Bonnefoy]

Spoiler:

Aliénor République Française Bonnefoy Se le quedó mirando sin saber que otra cosa decir o hacer ¿Por que que se suponía que hiciera? Una incomoda sonrisa se dibujo en sus labios. si fuera una pequeña nación le enseñaría a ser un país. Si fuera un niño lo despacharía con las mucamas ¿Pero que hacer cuando era una nación igual que ella, convertido en un niño?

Por suerte el incomodo silencio en el que se había sumergido ella misma se rompió con la entrada apresurada de su secretario, quien corrió a su lado lanzandole una desconfiada mirada al pequeño antes de susurrar en el oído de la francesa, tapando con una mano, por si el ruso sabía leer labios. "Su majestad quiere verla"

¿Luis? Que buen timing que tenía su Rey, aunque estaba segura que se trataba de este pequeño problema. Asintió antes de acercarse al Ruso, sonriente.

"Debo salir unos instantes, Luis me ha llamado" Explicó suavemente como si estuviera hablándole a un niño realmente, por lo que agregó rápidamente en un tono más formal "Por favor, siéntase como en su casa"

"Oui!" asintió con firmeza, dedicándole una amplia sonrisa feliz . Esto de cambio de edad estaba afectando su actitud terriblemente.... aun mas de lo que había pensado. Tiró de la manga de la francesa cuando se acerco y le dio un beso en la mejilla "vous voir plus tard, mademoiselle Aliénor" dicho eso y al notar que seguramente la mujer no volvería por un largo rato -Y aunque realmente no podía explicar los celos que tenia ante ese pensamiento, maldita apariencia infantil que le hacía pensar las cosas más extrañas-, decidió salir a dar unas vueltas

Era todo ostentoso. Demasiado cuidado, demasiado sobrio, solemne "слишком дорого" susurró para si, a pesar de que sabía que tenía tres mucamas siguiendole de cerca, no queriendo ser despedidas o enfrentar reprimendas de parte de su señora por perderle el paso a la 'pequeña' nación. En un momento le dio ganas de algo y se volteó a las mujeres con la mejor sonrisa infantil que pudo conjurar, terriblemente adorable por aquellas sonrosadas y regordetas mejillas y ojos violetas grandes, infantiles, expresivos que hicieron que se derritieran de lo lindo que se veia "auriez-vous s'il vous plaît donnez-moi un verre de lait?" pronunció como podía, tenia un estupido frenillo para pronunciar ciertas palabras. Era tan molesto pero conveniente para convencer a las mujeres

Se ganó unas cuantas miradas curiosas al salir de sus aposentos, de parte de las mujeres que habían estado espiando detrás de la puerta desde que Monsieur Braginsky había entrado. Posiblemente era por la atontada sonrisa que tenía en sus labios y la forma que las yemas de los dedos acariciaban el lugar donde el pequeño la había besado. Pasó entre ellas sin molestarse en espantarlas, como era costumbre, mientras se dirigía al despacho de su Rey.

Fue ahí donde las sonrisas se tuvieron que detener, Luis, no estaba nada contento con la situación y se lo hizo entender de entrada. Le tomo alrededor de una hora y media, usando todos sus poderes de palabra y encanto, lograr convencerlo a su Rey de la ventaja para ellos que significaba esto, ya que de esta forma el Ruso se sentiría en deuda con su amabilidad. Ademas que debían averiguar como había sucedido, porque no era nada normal que de la nada una nación volviera a ser un niño de la nada.

El monarca, igualmente, no parecía muy convencido. Aliénor sabía que esto lo pagaría de alguna forma, ya que Luis era extremadamente celoso cuando se trataba de ella. Lo besó antes de marcharse, prometiendole que solo serían unos días y que luego su contraparte volvería a casa, pero que eso dependía de cuanto se demoraran en encontrar la razón. "Quien sabe si no comienzas a investigar cuanto antes, quizás sean unos largos meses hasta que vuelva a ser adulto"

No recordaba nunca haber insistido tanto para convencerlo de algo que ella quería. Todo lo que quería la francesa realmente ahora, era volver a encargarse del pequeño -por más que no estuviera segura de que hacer con él- y hubiera hecho lo que fuere con tal que la reunión durara menos.

Obviamente las mujeres, no pudieron con el encanto de aquella pequeña sonrisa inocente y esos extraños ojos violáceos, enormes, brillantes, pidiéndole de forma tan amable que les trajera una cosa tan pequeña como aquella. Una le alzó en brazos, con una sonrisa cálida "Oui, petit monsieur" dijo, riendo, y las demas la escoltaron a paso rápido, yendo con él a a cocina, de donde sacaron un vaso, y al rato volvió una de mas mujeres con algo de leche en él, tendiéndoselo "Merci!" sentado en el regazo de una de las mujeres, tomo el vaso con sus dos manitas y lo empinó con ayuda de una de ellas, tomando la leche que de pronto le había dado antojo de beber

Esperaba que Aliénor volviera rápido, si bien sabía que aquellas mujeres le cuidarían bien mientras tanto, se sentía como un niño al que habían dejado con la niñera y extrañaba a su madre a horrores. A pesar que bueno, la mujer era mas joven que él y por consiguiente el no era su hijo, pero se entendía la idea....

Le tomo su buen tiempo rastrear a la otra nación, especialmente porque se rehusaba a preguntar si alguien lo había visto. Durante esa larga caminata aprovecho para mirar que era lo que hacían los demás niños de la corte, encontrando todas las actividades ridículas para hacer con su contraparte. Pero realmente no tenía idea.

La cocina fue el ultimo lugar que se le hubiera ocurrido buscar, porque no era propio de llevar a un invitado allí abajo. Sin embargo allí los encontró. No les dijo nada a las jóvenes, solo por estar en presencia del ruso y por este mostrarse tan contento. No era solo por la falta de decoro, si no porque era una zona de trabajo muy ocupada, podía ver a los asistentes de cocina yendo de un lado para el otro preparando las cosas del banquete de esa noche y a un importante grupo de mucamas mirando al niño embelesadas.

"Perdón Monsieur, me ha tomado un poco más de lo que esperaba" caminando hacía ellos, sintiendo un poco de celos de la chica que tenía sobre su regazo al pequeño, principalmente por lo contento que este se veía, haciendo que las demás se apartaran un poco "Veo que lo han atendido muy bien en mi ausencia ¿que le gustaría hacer ahora? aun quedan un par de horas hasta el banquete"