[Bonnie F*ckYou Jones]

Una pequeña visita a aquella molesta nación no vendría mal, había pensado el ruso, después de todo le encantaba molestar a la chica que representaba la nación que dispondría a visitar. Altanera y sucia es como solía describirla y más le gustaba decirlo en frente de ella solo para ver la reacción que esta tomaba al respecto, le parecía lo más hilarante. En el camino hacía la nación pensaba en una muy excusa para su visita por sí ella preguntaba, pero seguro saldría con uno de sus 'no es tu problema cerda' o algo así

Luego de unas horas de viaje llegó sin problemas a los Estados Unidos, bajándose del avión y rápidamente emprendió por Michigan donde si mal no recordaba allí vivía la chica. No le tomó mucho llegar a la casa de ella, tocando la puerta solo una vez. Esperó unos minutos pero notó como nadie respondía haciéndole creer que estaba desolada la casa. Suspiró de mala gana y se dispuso a pasear por Michigan un rato antes de volver nuevamente.

Momento normal y cualquiera en la muy problemática ciudad de Detroit. Pero el punto es que adoraba estar en esa ciudad y cualquier punto, por más insigificante que sea en el que pudiera saciar sus ganas de golpear a alguien sin motivo alguno, bueno si, con un solo motivo que reinaba en toda su mentalidad. Que ella era la jefa, ella dominaba el freakin' mundo y quien se atreviera a intentar imponerse, le daría una para nada suave caricia en toda la cara y quizá genitales, si tiene ganas de deformar un poco más allá, con su bat de baseball lleno de clavos retorcidos.

Y justo en eso estaba paseando por las calles de la ciudad, con sus lentes oscuros descansando sobre su cabeza y así permitiendo que el mundo le diera un vistazo a sus gemas rojas que adornaban su cara en compañía de la eterna sonrisa cínica de la americana. Balanceaba su bate mientras caminaba como si estuviera en una pasarela por la calle, haciendo notar sus tacones de aguja de aquellas botas largas hasta las rodillas.

Todo iba muy bien, aparentemente. Sin embargo, algo olía mal, terriblemente mal como si un cerdo enorme y molesto se paseara por sus territorios.

Tal parece que aquella cuidad donde ella vivía tan difícil de recorrer porque en lo que respectaba a la capital o inclusive New York, ese lugar llamado Detroit parecía un lugar tranquilo donde se podría pasear normal, o eso creía él. Cada persona que se atrevía a acercarse a él, a los segundos se alejaba pues aquel hombre alto inspiraba real terror en la gente con solo un gesto, mirada o hasta su sonrisa, cosa que lo causa gracia. Si, los americanos se le hacían tan hilarantes cuando eran cobardes.

No paso mucho tiempo cuando logro divisar a la americana a lo lejos, le reconocía pues.. ¿Quien mas usaría esas prendas llamativas y vistosas? Además que ese bat con clavos era bastante parecido al que el americano utilizaba. Cruzó la calle de donde estaba hacía ella y la siguió a paso firme sin hacer ruido. El molesto ruido de los tacones de la chica eran el perfecto camuflaje para los sigilosos pasos del ruso.

"Arrastrada..." Susurró por lo bajo antes de acercarse lo suficiente a ella para gritarle en el oído. "IMBÉCIL" fue lo que soltó en voz alta esperando la reacción contraria, estaba listo para todo.

Entre más avanzaba, más sentía un horrible horror penetrante en las calles. Pero estaba segura que no era de ahí, mucho menos era un olor que viniera de ella. Dijeran lo que dijeran, la morena tenía mucho más cuidado personal que cualquiera podría considerar o siquiera pensarlo. Arrugo la nariz de nueva, apurando sus pasos un poco más para alejarse del horrible olor que le perseguía, hasta que sentía algo que le picaba en la nuca, como una mirada constante sobre ella.

Se congelo por completo, gruñendo bastante. Sea lo que sea, esa cosa que le seguía podría chocar con ella y así lo identificaría, pero no tuvo que esperar más, por que con los simples sonidos sabía quien era. Se volteo justo para brindarle un buen golpe en la cabeza con el bate, además, una certera patada en los preciosos bajos de quien estaba detrás de ella.

- What are you doing here you big asshole? - exclamo con un grito sonoro. No se medía a momentos de enfrentarse con alguien, fuera hombre, mujer o ese asqueroso ex comunista que gustaba de irle a visitar como si no tuviera nada más que hacer en su patética vida.