"Cada quien a su Talento" [Francis Rareté; Gilbert RDash]

Aunque siempre le gustó enseñarle al resto lo que era el buen gusto, eso era, compartir su glorioso y reconocido talento con los demás, nunca lo sintió como una tarea. La mayoría se rendía y le ovacionaba, claro, porque él era Francis - El preferido en la clase de Artes, moderno ya sea en pintura, maquetas, diseños, vestuario... Pocos sentían que podían aprender a ser tal como él. Así que su generosidad se basaba por sobre todo en ayudar, en dar datos, y en arreglar errores fatales en uno que otro bosquejo.

Ese día, era una tarea. Porque la pintura del horizonte, incluyendo lo mejor posible la perspectiva aprendida en las clases anteriores, era necesaria como nota final de ese mes. Y sin ella, se reprobaba, y se tendría que bosquejar desde el principio con lo básico del punto de fuga, mientras el resto se movía para pasar a las maquetas. Gilbert, su amigo y compañero en Artes, estaba tremendamente... ¿aconplejado? con dicha tarea. No era lo suyo pintar, aunque sí le había visto que, cuando inspirado, le salían lindos cuadros. En todo caso, no lo veía muy positivo con el peso de la fecha límite encima, así que aceptó acompañarlo hasta que terminara de una vez por todas su trabajo.

En la terraza, desde la altitud, se veían las canchas, el techo más bajo del gimnasio, y luego las casas metidas entre árboles. El horizonte era claro, apenas habían nubes, y el color azul del cielo acompañaba la divina iluminación de todo. Era perfecto para comenzar a pintar.

"Podrías fijarte menos en quienes pasean y más en el atril, mon ami." Sugirió, sonriendo entretenido y relajado. Era solo el comienzo del día, era casi imposible que no alcanzaran a terminar el dichoso cuadro. O eso pensaba.

Arte. Había solo una razón por la que se había metido a esa clase, no se había podido concentrar cuando Feliciano le preguntó si asistiría y sin querer había aceptado enrolarse en ella. Sería tan fácil salir, no le importaba, pero el francés parecía decidido a no dejarlo. lo había ido a buscar temprano en la mañana para venir aquí. Bufó mentalmente entre tantos lugares ellos debían ir a la terraza de la escuela. ¿La idea no era tener un día de pinta?

Y así era como ahora estaban con un atril cada uno sentados en sus banquillos y mirando al horizonte. El papel de Gilbert tenía apenas una linea para marcar el horizonte y las lineas guías básicas de perspectivas marcadas, pero nada más. El albino estaba con la mirada fija más abajo, donde un gran grupo de alumnos se había juntado.

"¡Hey Hey Francis!" Lo llamó emocionado volteándose hacía él. "Es temprano, quizás podríamos dejar esto para después e ir a jugar un rato ¿No?"